Si pudiéramos observar nuestro planeta desde el espacio nos parecería una gota de agua suspendida en el universo, un gran océano que gira alrededor del Sol. Bien podríamos llamar a la Tierra “planeta del agua”, ya que los océanos cubren casi 3/4 de su superficie y existe además agua en los continentes y en la atmósfera. El agua es un elemento vital y aunque es abundante, más del 90% corresponde a agua salada de océanos y mares, la cual no puede ser aprovechada directamente por los organismos vivos terrestres. El agua dulce, fundamental para la vida, es muy escasa y se consume en grandes cantidades. Además, la cantidad de agua de nuestro planeta es constante, es decir, es siempre la misma. ¿Cómo es posible que no se agote? La respuesta se encuentra en el ciclo del agua o ciclo hidrológico.
El ciclo del agua
El ciclo del agua es un complejo y maravilloso mecanismo a través del cual la naturaleza pone en movimiento al agua y la hace circular en forma permanente a través de diferentes procesos, permitiendo además que el agua salada se transforme en agua dulce.
Veamos una animación que nos muestra este maravilloso proceso sin fin...